jueves, 21 de febrero de 2013

Toxina botulínica; precauciones sencillas pero imprescindibles

Es cierto que las inyecciones de toxina botulínica o botox, realizadas por los correspondientes profesionales, son una forma segura de combatir el envejecimiento y las arrugas faciales. Sin embargo, hay que tener en cuenta una serie de recomendaciones que deben ir ligadas al tratamiento para que su eficacia sea plena y la salud y la estética del rostro estén garantizadas.
La toxina botulínica o botox se inyecta por zonas; por ese motivo durante las primeras horas posteriores al tratamiento se debe evitar que el medicamento se extienda a otras áreas del rostro. Para ello no se debe frotar el área tratada, hay que mantener la cabeza erguida en lugar de tumbarse y no hay que hacer ejercicio intenso ni entrar en saunas o baños de vapor.
 
Asimismo, ni antes ni después del tratamiento es recomendable tomar sustancias que tengan un efecto anticoagulante como es el caso del ácido acetil salicílico presente en medicamentos como la aspirina. También se deben evitar, en la medida de lo posible y para ahorrar complicaciones, alimentos o bebidas con efectos vasodilatadores (picante, alcohol o café) en las horas previas.
Las recomendaciones genéricas no se extienden mucho más debido a que la principal ventaja que este tratamiento tiene con respecto a otros como el de la cirugía estética es, además de su efecto temporal que permite adaptarse a los cambios que el rostro experimenta con el paso del tiempo, su comodidad puesto que no necesita anestesia ni preparativos previos importantes
De cada centro médico depende asesorar y aconsejar al paciente a título personal antes, durante y después del tratamiento. No hay que olvidar que toda precaución es poca cuando se trata de algo tan importante como el cuidado del cuerpo o, en este caso, del rostro.
 
 
 
Escrito por: Médicos de Avanclinic, Esbeltic e Instituto Estético

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