miércoles, 20 de marzo de 2013

Modificar el rostro con los Rellenos Faciales

Cuando se trata de modificar el rostro, la naturalidad prima sobre la permanencia
 
Modificar el aspecto del rostro con rellenos faciales es una práctica cada vez más común. El riesgo que estos tratamientos entrañan es mínimo al ponerse en manos de un profesional pero… ¿y si el paciente se arrepiente del resultado una vez efectuada la inyección?
 
Esto es algo que hay que tener en cuenta a la hora de decidirse por el tipo de material a utilizar. Los rellenos faciales se clasifican en absorbibles y no absorbibles. Los primeros pueden ser orgánicos o sintéticos; al tiempo de inyectarlos el cuerpo los elimina y los absorbe perdiendo la acción del producto por lo que se hace necesaria una nueva sesión del tratamiento.
"Para elegir el más adecuado la mejor garantía es consultar a un profesional médico que proporcione el diagnóstico y el asesoramiento adecuados al paciente".
Los rellenos no absorbibles, por su parte, permanecen en el sitio en el que son inyectados para siempre. En un principio se puede pensar que lo mejor es no tener que repetir el tratamiento y que un relleno facial no absorbible garantiza un resultado más duradero y por tanto es una mejor opción.
 
Sin embargo, en el caso de que el paciente cambiase de opinión no tendría vuelta atrás y la zona tratada no podría ser modificada en sesiones posteriores.
Además, por otra parte hay que tener en cuenta que con el paso del tiempo el rostro sufre una serie de cambios que modifican la expresión de la cara; esto quiere decir que el relleno permanente que se inyecta hoy en una zona podría con el paso de los años parecer antiestético o antinatural por no adaptarse a estos cambios faciales.
 
Hoy en día, los materiales absorbibles sintéticos son los más empleados en rellenos faciales puesto que, al eliminarse de forma natural en uno o dos años, hay más posibilidades de solucionar los contratiempos ocasionados por una mala inyección de los mismos o por el empleo de más material de lo debido.
 
Esta opción es, en definitiva, más segura puesto que, a diferencia de los rellenos permanentes, los materiales absorbibles, presentan una tasa muy baja de rechazo en la piel ni han llegado a ocasionar lesiones, infecciones o deformidades. En cualquier caso, dentro de esta gama existe también una amplia variedad de rellenos.
 
 
Escrito por: Médicos de Avanclinic, Esbeltic e Instituto Estético

viernes, 8 de marzo de 2013

PROCEDIMIENTO DEL BOTOX

La técnica consiste en inyectar pequeñas cantidades (microdosis) de Botox a nivel de los músculos que producen las líneas de expresión. Para lograr esto, el médico le pide al paciente que contraiga los músculos que van a ser tratados y con una aguja muy fina y delgada, infiltra la sustancia.

Una vez concluida la infiltración del Botox, el paciente debe mantenerse en una posición erguida durante unas horas, hasta que la toxina se distribuya y actúe efectivamente a nivel del sitio de conexión del nervio con el músculo.

Los efectos del Botox comienzan a notarse a partir de los 5 a10 días después de su inyección y tienen un efecto aproximado de unos 4 a 6 meses. Las líneas de expresión mejoran gradualmente en un periodo de a 12 semanas aproximadamente, dependiendo de cada paciente en particular.
El procedimiento puede repetirse potenciando sus efectos. Se ha demostrado que mientras más infiltraciones reciba el paciente, mayor será el período de acción de la toxina botulínica.